Tarta de ciruela

Sin duda mi fruta favorita, y en concreto la variedad con la que se elabora esta tarta: ciruelas negras.
Esta tarta consiste en colocar una base de ciruelas caramelizadas cubiertas con una especie de bizcocho y darle la vuelta cuando ya está horneada con lo que las ciruelas quedan en la zona superior.
Se comienza poniendo el horno a calentar a 180 ºC, lavamos cuatro ciruelas y cortamos cada una en ocho gajos eliminando el hueso y reservamos.
En un molde de horno con la base gruesa ponemos a calentar a fuego medio de la cocina cuatro cucharadas de mantequilla, cuando se derrita añadimos cuatro cucharadas de azúcar y removemos para que se vaya mezclando. Cuando conseguimos una salsa ligada colocamos cuidadosamente las ciruelas ya que al terminar será la parte visible de la tarta, las dejamos cuatro minutos por un lado y las giramos para que se hagan por los dos lados. Quitamos del fuego y reservamos.
En una fuente mezclamos cuatro cucharadas de mantequilla a temperatura ambiente con cuatro cucharadas de azúcar y un sobre de azúcar avainillado, lo batimos bien con el tenedor y añadimos dos huevos, seguimos batiendo y añadimos medio vaso de leche, a continuación un vaso de harina y una cucharada de levadura. Cuando la masa esté bien mezclada la vertemos cuidadosamente sobre las ciruelas e introducimos el molde sobre la rejilla del horno a media altura durante 35 minutos.
Sacamos la tarta del horno y le damos vuelta rápidamente aún caliente sobre un plato para evitar que las ciruelas se peguen al enfriarse. Tenemos la precaución de no levantar el molde hasta transcurridos unos minutos y así el caramelo caliente no saltará.

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