Tarta de nuez y cuajada

Una fina lámina de bizcocho de nuez sirve de base a una crema de cuajada rematada con una gelatina de miel.
Comenzaremos elaborando la base: un bizcocho de nuez. Encendemos el horno a 180 ºC y en un recipiente comenzamos a batir los ingredientes mezclándolos bien antes de añadir el siguiente.
 Empezamos con un huevo, media taza de azúcar, añadimos tres cucharadas de leche, una taza de harina, una cucharadita de levadura, una cucharada abundante de nueces molidas y dos cucharadas de aceite de oliva. Todo bien mezclado lo vertemos sobre un molde circular forrado con papel de horno y lo situamos en la rejilla a media altura durante 30 minutos. Lo sacamos y lo dejamos enfriar, no debe quedar demasiado cocido.
Con el bizcocho ya frío elaboramos la cuajada Royal siguiendo las instrucciones, es decir, disolvemos el sobre de cuajada en 250 ml de leche fría. En un cazo calentamos otros 250 ml de leche y cuando hierva añadimos la mezcla anterior, cuando hierva de nuevo lo retiramos del fuego unos instantes y le damos un último hervor.
A continuación vertemos la cuajada sobre el bizcocho y lo dejamos reposar en la nevera 4 horas.
Por último elaboramos la cobertura de miel. En este caso he utilizado un sobre de adorno de tartas de fruta que venden en Lidl ( también se pueden emplear láminas de gelatina). He mezclado 250 ml de agua con medio sobre de este adorno para tarta, todo en frío bien ligado y he añadido una cucharada de miel y otra de mermelada de albaricoque, lo he puesto a hervir removiendo de vez en cuando y después de retirarlo de fuego he dejado reposar un minuto para adornar la tarta finalmente con la lámina de miel.
El resultado es un postre ligero y sabroso.



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