Rollo de mascarpone con yema

Un bizcocho bañado en café, enrollado sobre una crema de queso y cubierto con yema tostada.
Este pastel se hace en tres pasos: Un bizcocho para enrollar, una crema de queso para el relleno y una cobertura de yema.
Para hacer el bizcoho se baten cuatro huevos enteros con la batidora utilizando el accesorio de levantar claras durante cinco minutos. Así conseguiremos que aumenten un montón su volumen. Añadimos 75 g de azúcar y un sobrecito de azúcar avainillada y batimos dos minutos más. Continuamos añadiendo poco,con movimientos envolventes usando la espátula, 100 g de harina con una cucharadita de levadura. Forramos  un molde rectángular (25x30 cm) con  papel de horno y extendemos la masa hornendolo 10 minutos a media altura a 180ºC.
Lo sacamos del horno,le damos la vuelta sobre otro papel de horno cubierto de azúcar glacé y quitamos el papel con el que hemos horneado el bizcocho. Si se ha pegado el papel lo humedecemos con una brocha mojada en agua. A continuación enrollamos el bizcocho sobre el papel de horno cubierto de azúcar y dejamos enfriar.
Para preparar la crema montamos 180 ml de nata para montar (Importante: con al menos un 35% materia grasa) con una cucharada de azúcar. Una vez montada la mezclamos con 180 g de queso mascarpone que habremos batido previamente con un tenedor. Formamos una crema.
Hacemos un café (Yo utilizo descafeinado para que lo pueda comer todo el mundo) y humedecemos el bizcocho ya frío al que le hemos quitado el papel. Extendemos la crema de mascarpone sobre el bizcocho y enrollamos de nuevo.
Por último hacemos la crema de yema. Calentamos medio vaso de agua con medio vaso de azúcar y el zumo de medio limón y una ramita de canela. Removemos de vez en cuando y a los cinco minutos tendremos un almíbar. Retiramos la canela y añadimos una cucharada de maizena diluida en dos cucharadas de leche. Por último incorporamos cinco yemas (evitar los restos de clara ya que quedarían grumos blancos). Removemos constantemente hasta formar una crema espesa. Cuando esté lista la dejamos enfriar metiendo el cazo en otro con agua fría.
Cubrimos el rollo con la crema de yema y solo nos queda quemarla con un soplete de cocina. La mantenemos refrigerada hasta el momento de servirla.
Print Friendly and PDF